Resumen:
En la primera infancia, los niños son altamente receptivos a aprender sobre el entorno. A través de la educación ambiental, se fomenta el respeto por la naturaleza, la comprensión de la biodiversidad y la responsabilidad hacia el medio ambiente. Los niños de preescolar están en una etapa donde exploran activamente el mundo que los rodea. La educación ambiental les permite comprender las interacciones básicas entre los seres humanos y la naturaleza.
La educación ambiental desde la etapa inicial puede tener un impacto significativo en el comportamiento a largo plazo de los niños. Los hábitos que se refuerzan en esta etapa, como la reducción de residuos o el respeto por los animales y las plantas, es probable que se mantengan durante la vida adulta.
Al introducir conceptos de sostenibilidad y ecología en el aula de inicial, los niños están mejor preparados para comprender y enfrentar los retos ambientales del futuro. Aunque son pequeños, el hecho de estar expuestos a temas como el cambio climático o la contaminación a través de actividades adecuadas a su edad, les brinda una base sólida para tomar decisiones responsables en el futuro.