Resumen:
La educación inicial es clave para el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños, fundamentando su aprendizaje futuro. Durante estos años formativos, los niños experimentan un crecimiento significativo que influye en su trayectoria educativa y personal. En este contexto, el método Montessori se destaca como una propuesta educativa innovadora en el nivel inicial, ofreciendo un enfoque centrado en el desarrollo integral del niño a través de la autonomía, el aprendizaje autodirigido y un ambiente preparado que favorece su crecimiento cognitivo, emocional y social. Este enfoque, centrado en el niño, promueve un aprendizaje activo y significativamente adaptado a las necesidades individuales. Lillard (2020) afirma que el enfoque Montessori permite a los niños aprender a su propio ritmo y desarrollar habilidades vitales. La adaptabilidad es clave, pues cada niño tiene un estilo y ritmo de aprendizaje único.